La centrífuga refrigerada de laboratorio es un equipo que se utiliza para depositar los componentes en una solución homogénea en sus diferentes densidades. Para ello cuentan con un diseño especial que somete las soluciones a rotación centrífuga y aceleración de alta velocidad durante un tiempo determinado, movimientos con los que se separa la solución en dos fracciones.
¿Qué diferencia tiene un exprimidor refrigerado?
Como se mencionó, una centrífuga es un dispositivo capaz de sedimentar los componentes de una solución homogénea según sus diferentes densidades. Esto es posible gracias a la separación que aseguran las centrífugas de rotación y aceleración a alta velocidad por períodos cortos. Además de realizar esta función, las centrífugas refrigeradas están equipadas con un sistema de refrigeración, que ayuda a controlar la temperatura a la que se realiza la centrifugación.
¿Qué pasos debo seguir para usar un exprimidor refrigerado?
- Para usar un exprimidor refrigerado, es necesario seguir una serie de pasos que le permitan operar con seguridad. Si bien los equipos de este tipo generalmente funcionan de la misma manera, es conveniente consultar el manual de usuario proporcionado por el proveedor aunque se tenga experiencia en el uso de centrífugas. Lo primero que se debe hacer es encender el actuador del interruptor y abrir la tapa con el botón correspondiente que tiene una luz, la cual se enciende cuando el exprimidor está bien cerrado.
- Después de colocar los adaptadores necesarios en el equipo de laboratorio, se colocan los tubos, preferiblemente de manera equilibrada y simétrica, y se cierra la tapa. Luego se ajusta la velocidad usando los botones de configuración, ya sea usando rpm, rcf o rad dependiendo de la preferencia y se selecciona el tiempo. También es necesario seleccionar la velocidad de aceleración y frenado y luego configurar la temperatura.
- Se recomienda verificar que los ajustes sean correctos antes de usar el exprimidor y verificar que no haya una vibración excesiva. Este problema se soluciona balanceando los tubos y colocándolos simétricamente, ya que esto podría causar problemas en el proceso. Durante el funcionamiento, el sistema de seguridad impide la apertura del equipo y al final del proceso se desactiva para abrirlo y recoger los tubos.
- Los rangos de temperatura en los que trabajan este tipo de exprimidores suelen estar entre -10 y 40°C, por lo que no existen riesgos asociados importantes asociados a su uso debido a la baja temperatura. En casos especiales de sensibilidad a estas temperaturas o de alcanzar temperaturas más altas o más bajas, se pueden utilizar guantes para la protección contra altas o bajas temperaturas.
¿Cómo realizar el mantenimiento preventivo?
El equipo debe limpiarse y desinfectarse una vez al mes. Se recomienda una calibración mínima anual por personal especializado.
¿Qué debo hacer en caso de rotura de tubería?
- Si se detecta que se ha roto un tubo dentro de una centrífuga mientras el dispositivo está funcionando, se debe detener la centrifugación y no se debe abrir durante aproximadamente 30 minutos, para depositar el bioaerosol posiblemente formado. Si el problema se descubre cuando el instrumento está apagado, debe permanecer cerrado y esperar 30 minutos.
- La recogida de fragmentos del tubo debe realizarse con guantes para riesgos biológicos y mecánicos, así como con pinzas y bastoncillos de algodón y papel.
- Limpie a fondo el interior de la centrífuga, el rotor y los adaptadores según el protocolo descrito anteriormente.
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